Tom se despertó al hecho de que alguien llamaba persistentemente por teléfono. Era una noche profunda y la campana no sonaba bien. El héroe descolgó el teléfono y escuchó la voz agitada de su hermano. Pidió ir con urgencia a su apartamento y encontrar una unidad flash allí. Se almacenó información importante en ella, seguida de dos grupos mafiosos a la vez. El hermano decidió esconderse por un tiempo, y Tom le pidió que recogiera el transportista y lo ocultara de manera segura. No haga nada para ir en el medio de la noche al otro extremo de la ciudad y registrar el apartamento de su hermano. En ella, como siempre, reinaba el desorden, por lo que encontrar lo que se necesitaba no era tan simple.